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APANECA: DE UNA VEZ POR TODAS

APANECA: DE UNA VEZ POR TODAS

       A propósito de que algunos usuarios han insisto en que expliquemos en qué nos basamos para afirmar que el gentilicio de los habitantes de Apan debería serApaneca, me di a la tarea de rescatar algunos correos que nos envió elinvestigador y escritor Hidalguense Enrique Rivas Paniagua, que en 2011felicitó a Apan.blogia.com por ser principal difusor del gentilicio Apaneca “y no por imposición, sino con convencimiento” como reza en su correo electrónico y de lo cual es completamente certero.

      El autor de obras como “Hidalgo: entre selva y milpas … la neblina” (1982), “Lo que el viento nos dejó. Hojas del terruño hidalguense”,publicado en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (2008) y su más reciente trabajo “’Nicandro Castillo, El Hidalguense” para la CECULTAH (Junio 2014) entre otros, nos facilitó información referente  no sólo al gentilicio de Apan sino de los 84 municipios de nuestro estado, y nos conminó a seguir en esta ardua labor de difusión.

     El texto fiel enviado por el escritor a su servidor aparece a continuación:

     “El argumento es sencillo: la raíz "ense" viene del latín - ensis ("En gentilicios y otros adjetivos de resonancias latinas, significa ’relación’ o ’pertenencia’: abulense, estadounidense, matritense, forense, castrense", dice el Diccionario de la Real Academia), de modo que tal gentilicio – Apanense - se vuelve un híbrido náhuatl-latín" (Apan es Náhuatl y ense es latín).

     "Si tenemos un sufijo náhuatl que indica lo mismo: técatl (significa "el originario de un lugar" o "lo perteneciente o relativo a un lugar"), ¿por qué no utilizarlo para que la palabra derivada siga siendo tan náhuatl como la original?  (Apan y técatl son lengua náhuatl y de ahí se forma la palabra APANECA). En este mismo caso están tlaxcalteca, chiapaneco, huasteco, teziuteco (de Teziutlán, Pue.), comiteco (de Comitán, Chis.), tuxtleco (de Tuxtla Gutiérrez, Chis.), tapachulteco (de Tapachula, Chis.), nopalteco (de Nopala, Hgo.), jacalteco (de Jacala, Hgo.), incluso guatemalteco, tamaulipeco (mezcla de dos lenguas: huasteco y náhuatl), yucateco (mezcla de maya y náhuatl), etc”

Y en un segundo correo electrónico afirma:

     “Para continuar y reforzar lo de "apanecas", cabe mencionar que este gentilicio también está consignado (aunque con variación de género: apaneco y apaneca), en el Diccionario de aztequismos (México, Ediciones Oasis, 1984, quinta edición), que los expertos consideran una de las mejores obras en la materia, escrita por el licenciado Luis Cabrera”.

     Rivas Paniagua además nos invita a consultar su libro Lo que el viento nos dejó. Hojas del terruño hidalguense”, especialmente en 2 artículos relacionados directamente con el tema: : "¡Tulense! ¿Y por qué no mejor tulteca?" y "De una vez por todas, los 84 gentilicios", de los cuales conseguimos fortalecer lo que hemos venido difundiendo desde hace varios años atrás, y de dichos artículos rescatamos lo siguiente:

    El investigador Hidalguense se dio a la tarea de puntualizar los 84 gentilicios de los municipios de Hidalgo, basado en los criterios de adecuarse a las reglas gramaticales tanto de la legua española como del náhuatl,  diversificar los gentilicios, es decir, no usar siempre las mismas terminaciones, usar las raíces locativas populares y la eufonía de la palabra, que no es otra cosa que ésta suene agradable y de cómoda pronunciación; si bien, Paniagua propone los 84 gentilicios correspondientes a los municipios Hidalguenses, te comparto los que corresponden a nuestro altiplano Hidalguense:

     El gentilicio para Almoloya debiera ser:”Almoloyano”, el de Apan: “Apaneca”, el de Emiliano Zapata: “Zapatense”, el de Tepeapulco: “Tepeapulteca” o “Tepeapulqueño” aunque actualmente se use el de Tepeapulquense, incluso afirma que estos dos últimos bien podrían prestarse a juegos chuscos de palabras relacionados al pulque, el de Tlanalapa: “Tlanalapeca” ó “Tlanalapeño”, y el de Zempoala: “Zempoalteca”. El investigador señala que el gentilicio de los habitantes de Acaxochitlán (Acaxochiteca) lo usan, portan y difunden con orgullo, ojalá sucediera igual en otros municipios.

      Y para concluir este artículo, tomaremos por nueva cuenta las palabras de Rivas Paniagua donde incluso juega con la exagerada tendencia de usar siempre la desinencia “ense” para todo argumentando que: “no vaya a ser que el día de mañana caigamos en aberraciones como ’’me da por favor una lata de chiles jalapenses’’, o ’’tengo ganas de un sabroso mole pueblense’’ … ahora resulta que en varios restaurantes de Tulancingo  las cartas presentan como antojito típico regional unas tulancinguenses en vez de unas tulancingueñas … no me sorprenderá que las también típicas Morelianas se cambien a Morelienses o que mis deliciosas enchiladas Huastecas pasen a ser enchiladas Huastequenses”.

       Éstas últimas líneas resumen todo al respecto del tema, sólo me resta agradecer al propio Enrique Rivas Paniagua por sus palabras hacia este medio, por su reconocimiento a la labor de difundir nuestro auténtico gentilicio y especialmente por facilitarnos tan valioso material y permitirnos hacer un artículo del mismo; por cierto puedes buscar y consultar gratuitamente en internet el libro que él mismo nos ha recomendado , sólo busca en Google Lo que el viento nos dejó. Hojas del terruño hidalguense”, confío en que lo consultarás personalmente.

Saludos desde tierras Apanecas.


Redacción: Omar González

Fuentes: Correos electrónicos enviados a la redacción por el mismo escritor e investigador Enrique Rivas Paniagua

               Libro digital: “Lo que el viento nos dejó. Hojas del terruño hidalguense” (2008) Enrique Rivas Paniagua

                   Artículos: "¡Tulense! ¿Y por qué no mejor tulteca?" y "De una vez por todas, los 84 gentilicios" del mismo libro

Imagen: Portada del citado libro

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