EVITAN FUGA DE 37 REOS EN APAN
Esto sucedió en Febrero de 1953, de acuerdo a una nota del periódico EL UNIVERSAL que nos facilitara amablemente Humberto Durán a quien le agradecemos esta aportación, el encabezado cita: “SU VALOR SERENO SE IMPUSO A LA CHUSMA DISPUESTA A TODO” y el sub encabezado remata: “Pistola en mano dominó a los reos, armados con puntas y puñales, que tenían el propósito preconcebido de matar a quien pretendiera detenerlos” … te dejamos a continuación el reporte completo que textualmente cita lo siguiente:
“Apan, Hgo., 7 de Febrero.- El valor sereno, inspirado en el estricto cumplimiento del deber del policía Laureano Flores, primero, y luego la presencia de ánimo y la elocuencia del alcalde de esta ciudad, Dr. Arnulfo Durán Jiménez fueron los factores exclusivos que lograron evitar la fuga en masa de 37 peligrosos criminales internados en la cárcel local, todos ellos armados con “puntas” y otras armas improvisadas, pero no por ello menos peligrosas, que, de más a más, estaban resueltos a matar a quien pretendiera oponerse a su designio de recobrar su libertad a como diera lugar.”
“Los criminales tenían perfectamente planeado su evasión y para el efecto, uno de ellos, apodado El Barbero, porque siempre se ha distinguido por sus melosidades para con los superiores, mandó llamar al alcalde de la prisión con el pretexto de pedir un sacerdote que lo confesara, pues según dijo se hallaba moribundo y cuando lo tuvo enfrente expresó que ya se sentía un poco mejor y con fingida humildad le pidió que se volviera de espaldas, para quitarle unas hebras de hilo que tenía en el saco”.
“El alcalde así lo hizo y entonces El Barbero lo arrojó al suelo de un terrible cabezazo, casi privado del sentido. Esta circunstancia fue aprovechado por los demás reos, que en un santiamén ataron y amordazaron incluso al alcalde, quien fue despojado de sus llaves y encerrado en el calabozo más seguro. Los 37 criminales se encaminaron hacia las puertas de la cárcel, todos armados y resueltos a dar muerte a quien se les pusiera enfrente, pero entonces surgió como por obra de milagro el policía Laureano Flores, quien rápidamente se dio cuenta de lo que ocurría y a pesar de estar solo contra una verdadera manada de fieras, echó mano a su pistola y con voz serena y recia dijo a los reos que aquel que se atreviera a dar un paso más recibiría un tiro en pleno corazón.
Les ordenó en seguida dar media vuelta y regresar a la prisión y procedió a encerrarlos en las galeras, sin que nadie se atreviera a chistar. Hubiera bastado que cualquiera de los reclusos hiciera un gesto de rebeldía para que sus compañeros dejaran su actitud pasiva, se lanzaran contra el valeroso policía y lo hicieran trizas, pero en esos momentos se presentó el presidente municipal, Dr. Arnulfo Durán Jiménez, quien a pesar de la conciencia del peligro que corrían tanto él como el policía, arengó a los reclusos y les dijo que nada conseguirían con matarlos, pues seguro todas las fuerzas del estado serían lanzadas contra ellos y uno a uno serían exterminados o vueltos a la prisión, donde tendrían que pasar muchos años más”.
“En esta forma logró convencer a los reos para que volvieran a sus celdas y fue solo entonces cuando se presentaron los demás guardias de la cárcel que pretendieron hacer alarde de un valor que antes no demostraron, pues se habían apresurado a volver la espalda en los momentos de verdadero peligro. Los principales vecinos de esta ciudad, que en tal forma lograron verse libres de ser atacados por los criminales prófugos, pedirán que se otorgue una mención especial al valeroso policía Laureano Flores, y hasta se le conceda la medalla del mérito civil, puesto que él solo logró dominar una situación realmente terrible, gracias a su presencia de ánimo y a su deseo de cumplir su deber, aún a costa de su vida”.
La nota sólo es firmada como “El Corresponsal”, publicada en El Universal el Domingo 8 de Febrero de 1953 ... interesante nota periodística.
Imagen facilitada por Humberto Durán a quien le agradecemos esta aportación
Edición: Omar González
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